Microdosis: ¿Una solución rápida o un proceso terapéutico?

 

Las microdosis de psicodélicos o medicinas sagradas han ganado especial popularidad en los últimos años, especialmente en el hemisferio norte, como una opción para “optimizar tu vida” en aspectos como la productividad y la creatividad. Si bien estos objetivos son legítimos y pueden ser de gran ayuda para muchas personas, es importante reconocer que a menudo esconden problemas más profundos que necesitan ser abordados, y que plantas sagradas como la Ayahuasca son herramientas terapéuticas.

El mito de la “solución rápida”

Ver a las microdosis con un enfoque de "solución rápida" puede llevar a las personas a esperar que las microdosis funcionen como una medicina farmacéutica: tomas una píldora y tus problemas desaparecen. Sin embargo, un proceso con psicodélicos es en realidad un camino terapéutico que requiere compromiso y trabajo personal.

Aterrizando nuestra intención

En Microhuasca, hemos observado que personas a menudo comienzan sus procesos con una intención "superficial". Algunos ejemplos comunes:

  • Mejorar la creatividad o la productividad en el trabajo o en los estudios.

  • Experimentar una sensación de euforia o bienestar temporal.

  • Aliviar el estrés y la ansiedad sin abordar las causas subyacentes.

  • Superar los bloqueos creativos sin explorar la raíz de los mismos.

  • Encontrar un propósito o significado en la vida sin explorar las verdaderas pasiones o intereses.

  • Explorar nuevas perspectivas sin enfrentar los patrones de pensamiento limitantes.

  • Aumentar la confianza en sí mismo sin trabajar en la autoestima subyacente.

  • Alcanzar un estado de felicidad sin abordar los traumas pasados o los problemas emocionales no resueltos.

Ana Platzer, cofundadora de Microhuasca, en uno de los videos preparatorios que reciben los participantes de nuestros programas en su primera semana.

Al profundizar en su proceso terapéutico, los participantes descubren que necesitan abordar problemas más profundos. Por ejemplo, una persona que busca superar bloqueos creativos podría descubrir que la causa raíz es un trauma de la infancia. Es por eso que en nuestros programas de microdosis cada persona tiene un facilitador personal, quien es clave para ayudarles a aterrizar sus intenciones de manera que se relacionen más con su ser interior, y les ayuda a navegar esos motivos profundos que irán saliendo a flote en su proceso tomando estas medicinas.

El poder de la integración

La integración de psicodélicos o plantas sagradas significa tomar los efectos, experiencias o conocimientos obtenidos e incorporarlos como una parte establecida de tu vida.

Para lograr una transformación verdadera y duradera, es fundamental mirar más allá de la sustancia en sí. En Microhuasca, hemos desarrollado un marco de trabajo que incluye 50 Elementos de Integración que pueden impactar o ser impactados en un proceso de expansión de la conciencia como es el uso de microdosis. La sustancia es solo uno de esos 50 elementos, y a menudo, es más fácil culpar a la sustancia misma, la cantidad, el tipo de sustancia o los suplementos en lugar de mirar hacia adentro. Es por eso que en nuestros programas, el facilitador ayuda a las personas a "mirar a los otros 49" elementos, navegar los que más desafíos significan y contribuir a su proceso de transformación y crecimiento.

Aquí algunos ejemplos de participantes de nuestros programas que encontraron temas más profundos a trabajar detrás de las intenciones que habían planteado al inicio (nombres ficticios):

  • Mónica entró con la intención de mejorar la sexualidad con su pareja pues no la disfrutaba. Descubrió que al permitirse disfrutar de la vida se podía permitir disfrutar también del sexo, y el enfoque de su intención cambió a "conectar con el disfrute". Terminó su proceso evitando una separación con su pareja, y mejoró su sexualidad y su disfrute de la vida. Tiempo después, tuvieron un nuevo bebé.

  • Juan, un curandero experimentado, conectó con su ira a través de la microdosis, reconociendo una traición pasada. Al enfrentar y liberar esta emoción, comprendió la importancia de establecer límites y cuidar de sí mismo en lugar de solo ayudar a los demás.

  • Diana sufría de miedo a salir de casa, colon irritable y depresión. Al conectar con el presente logró perdonar a su madre, conectar con la gente y enfrentarse a espacios públicos durante su proceso de terapia con microdosis. Su colon irritable sanó.

  • Jimena, a pesar de haber superado el cáncer, no se sentía feliz y descubrió que era porque no sentía que habitaba su cuerpo. Aprendió a poner límites en su ayuda a los demás y a cultivar el amor propio.

  • Cristina comenzó buscando mejorar su productividad laboral y terminó enfrentando y resolviendo problemas de ansiedad y autoestima.

  • Martín quería mejorar su concentración pero descubrió y comenzó a sanar un trauma de la infancia que lo limitaba.

  • Laura quería superar bloqueos creativos y terminó trabajando en la aceptación y amor propio.

Al enfocarse en sus problemas subyacentes, ellos pudieron experimentar una transformación más profunda y duradera.

Conclusión

Las microdosis de psicodélicos o plantas de poder pueden ser una herramienta valiosa en el camino hacia la transformación personal y el bienestar, pero no son una "solución rápida". Es fundamental abordar el proceso con compromiso, trabajo personal y un enfoque en el ser interior. En Microhuasca, nos esforzamos por brindar el contexto terapéutico y las herramientas necesarias para apoyar a nuestros participantes en su viaje de autoexploración y crecimiento, y en nuestros programas los invitamos a mirar más allá de la sustancia para descubrir los otros 49 elementos de integración que pueden llevar su experiencia a un nivel más profundo y significativo.

Hasta el momento, hemos tenido más de 300 participantes y el 100% de ellos han terminado su proceso habiendo alcanzado un proceso beneficioso o estando en camino hacia él.

Nuestra próxima edición comienza pronto. Puedes postular aquí.

 
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